noviembre 03, 2008
Alice
There was a table set out under a tree in front of the house, and the March Hare and the Hatter were having tea at it: a Dormouse was sitting between them, fast asleep, and the other two were using it as a cushion, resting their elbows on it, and the talking over its head. `Very uncomfortable for the Dormouse,' thought Alice; `only, as it's asleep, I suppose it doesn't mind.'
The table was a large one, but the three were all crowded together at one corner of it: `No room! No room!' they cried out when they saw Alice coming.
`There's plenty of room!' said Alice indignantly, and she sat down in a large arm-chair at one end of the table.
`Have some wine,' the March Hare said in an encouraging tone.
Alice looked all round the table, but there was nothing on it but tea. `I don't see any wine,' she remarked.
`There isn't any,' said the March Hare.
`Then it wasn't very civil of you to offer it,' said Alice angrily.
`It wasn't very civil of you to sit down without being invited,' said the March Hare.
`I didn't know it was your table,' said Alice; `it's laid for a great many more than three.'
`Your hair wants cutting,' said the Hatter. He had been looking at Alice for some time with great curiosity, and this was his first speech.
`You should learn not to make personal remarks,' Alice said with some severity; `it's very rude.'
The Hatter opened his eyes very wide on hearing this; but all he said was, `Why is a raven like a writing-desk?'
`Come, we shall have some fun now!' thought Alice. `I'm glad they've begun asking riddles.--I believe I can guess that,' she added aloud.
`Do you mean that you think you can find out the answer to it?' said the March Hare.
`Exactly so,' said Alice.
`Then you should say what you mean,' the March Hare went on.
`I do,' Alice hastily replied; `at least--at least I mean what I say--that's the same thing, you know.'
`Not the same thing a bit!' said the Hatter. `You might just as well say that "I see what I eat" is the same thing as "I eat what I see"!'
`You might just as well say,' added the March Hare, `that "I like what I get" is the same thing as "I get what I like"!'
`You might just as well say,' added the Dormouse, who seemed to be talking in his sleep, `that "I breathe when I sleep" is the same thing as "I sleep when I breathe"!'
`It is the same thing with you,' said the Hatter, and here the conversation dropped, and the party sat silent for a minute, while Alice thought over all she could remember about ravens and writing-desks, which wasn't much.
octubre 22, 2008
Sri Lanka
He recibido fuertes quejas, comentarios irónicos y escépticos y hasta una que otra amenaza por haber descuidado mi blog de esta manera. Para tratar de -empezar a- remediarlo, presento para ustedes algo de lo que ha estado absorbiendo la mayor parte de mi atención y tiempo los últimos meses y que no va a dejar de hacerlo por otros tantos...
Tabula Asiae
En Toronto, en la pared de mi hermano, están los mapas falsos. Viejos retratos de Ceilán. El resultado de observaciones, atisbos de embarcaciones comerciantes, las teorías del sextante. Las siluetas varían tanto que parecen traducciones –de Ptolomeo, Mercator, François Valentyn, Mortier y Heydt– en progresión, desde las formas míticas hasta la ineludible precisión. Amiba, luego sólido rectángulo y después la isla tal y como la conocemos ahora, un arete colgando de la oreja de la India. A su alrededor, un océano cardado en azul, atareado con delfines e hipocampos, querubines y brújulas. Ceilán flota sobre el oceáno Índico y ostenta sus candorosas montañas, dibujos de casuarios y jabalíes que, sin perspectiva, saltan a través del ‘desertum’ y del llano imaginarios.
En el borde de los mapas, una franja enrollada muestra feroces elefantes calzados, una reina blanca ofreciendo un collar a algunos indígenas que llevan colmillos y una caracola, un rey moro que se alza en entre el poderío de los libros y la armadura. En la esquina suroeste de algunos planos cartográficos hay sátiros, pezuñas profundamente enterradas en la espuma, escuchando el sonido de la isla, sus colas se retuercen en las olas.
Los mapas revelan rumores de topografía, las rutas de invasiones y comercio, y la mentalidad loca y oscura de las historias de viajeros aparece en varios registros árabes y chinos y medievales. La isla sedujo a toda Europa. Los portugueses. Los holandeses. Los ingleses. Y así fue que su nombre cambió, al igual que su silueta –Serendip, Ratnapida (“isla de gemas”), Taprobane, Zeloan, Zeilan, Seyllan, Ceilon y Ceylon–, la esposa de muchos matrimonios, cortejada por invasores que desembarcaron y reclamaron todo con el poder de sus espadas o biblia o lengua.
Este arete, una vez que su silueta dejó de moverse, se convirtió en espejo. Fingió reflejar cada poder europeo hasta que llegaron nuevos navíos y regaron sus nacionalidades, algunas de las cuales permanecieron y se casaron entre sí. Mi propio antepasado llegó en 1600, un doctor que curó a la hija del gobernador residente con una hierba extraña y fue recompensado con tierra, una esposa extranjera y un apellido nuevo, la versión ortográfica holandesa del que ya tenía. Ondaatje. Una parodia de la lengua reinante. Y cuando murió su esposa holandesa, se casó con una mujer cingalesa, tuvo nueve hijos y se quedó. Aquí. En el centro del rumor. En este punto del mapa.
Tabula Asiae
En Toronto, en la pared de mi hermano, están los mapas falsos. Viejos retratos de Ceilán. El resultado de observaciones, atisbos de embarcaciones comerciantes, las teorías del sextante. Las siluetas varían tanto que parecen traducciones –de Ptolomeo, Mercator, François Valentyn, Mortier y Heydt– en progresión, desde las formas míticas hasta la ineludible precisión. Amiba, luego sólido rectángulo y después la isla tal y como la conocemos ahora, un arete colgando de la oreja de la India. A su alrededor, un océano cardado en azul, atareado con delfines e hipocampos, querubines y brújulas. Ceilán flota sobre el oceáno Índico y ostenta sus candorosas montañas, dibujos de casuarios y jabalíes que, sin perspectiva, saltan a través del ‘desertum’ y del llano imaginarios.
En el borde de los mapas, una franja enrollada muestra feroces elefantes calzados, una reina blanca ofreciendo un collar a algunos indígenas que llevan colmillos y una caracola, un rey moro que se alza en entre el poderío de los libros y la armadura. En la esquina suroeste de algunos planos cartográficos hay sátiros, pezuñas profundamente enterradas en la espuma, escuchando el sonido de la isla, sus colas se retuercen en las olas.
Los mapas revelan rumores de topografía, las rutas de invasiones y comercio, y la mentalidad loca y oscura de las historias de viajeros aparece en varios registros árabes y chinos y medievales. La isla sedujo a toda Europa. Los portugueses. Los holandeses. Los ingleses. Y así fue que su nombre cambió, al igual que su silueta –Serendip, Ratnapida (“isla de gemas”), Taprobane, Zeloan, Zeilan, Seyllan, Ceilon y Ceylon–, la esposa de muchos matrimonios, cortejada por invasores que desembarcaron y reclamaron todo con el poder de sus espadas o biblia o lengua.
Este arete, una vez que su silueta dejó de moverse, se convirtió en espejo. Fingió reflejar cada poder europeo hasta que llegaron nuevos navíos y regaron sus nacionalidades, algunas de las cuales permanecieron y se casaron entre sí. Mi propio antepasado llegó en 1600, un doctor que curó a la hija del gobernador residente con una hierba extraña y fue recompensado con tierra, una esposa extranjera y un apellido nuevo, la versión ortográfica holandesa del que ya tenía. Ondaatje. Una parodia de la lengua reinante. Y cuando murió su esposa holandesa, se casó con una mujer cingalesa, tuvo nueve hijos y se quedó. Aquí. En el centro del rumor. En este punto del mapa.
junio 16, 2008
Una imagen dice más que mil palabras
abril 13, 2008
Uso correcto del español. El regreso
Gracias a nuestra colaboradora lenguada Margarito, podemos a continuación brindarle otra delicada muestra de la verdadera semántica de nuestra lengua, limpia, fija y llena de esplendor:
DECIMAL: Pronunciar equivocadamente.
TELÓN: Tela de 50 metros cuadrados, o más.
ANÓMALO: Hemorroides.
BERRO: Bastor Alebán.
BARBARISMO: Colección exagerada de muñecas Barbie.
CHINCHILLA: Auchenchia de un objeto pa' chentarche.
DIADEMAS: Veintinueve de febrero.
CACAREO: Excremento del preso.
ELECCIÓN: Lo que expelimenta un oliental al vel una película polno.
ESGUINCE: Gatorce más uno.
ESMALTE: Ni lune ni miélcole.
INESTABLE: Mesa inglesa de Inés.
ONDEANDO: ¿Ón' toy?
SORPRENDIDA: Monja en llamas
DECIMAL: Pronunciar equivocadamente.
TELÓN: Tela de 50 metros cuadrados, o más.
ANÓMALO: Hemorroides.
BERRO: Bastor Alebán.
BARBARISMO: Colección exagerada de muñecas Barbie.
CHINCHILLA: Auchenchia de un objeto pa' chentarche.
DIADEMAS: Veintinueve de febrero.
CACAREO: Excremento del preso.
ELECCIÓN: Lo que expelimenta un oliental al vel una película polno.
ESGUINCE: Gatorce más uno.
ESMALTE: Ni lune ni miélcole.
INESTABLE: Mesa inglesa de Inés.
ONDEANDO: ¿Ón' toy?
SORPRENDIDA: Monja en llamas
marzo 12, 2008
febrero 10, 2008
Cóclea marina
¿Es para ti un dato amargo
o un discernimiento apropiado
cuando te informan que lo que escuchas
en los senderos en espiral del caracol
-construidos en cal como torre de marfil-
no es ni el eco del mar almacenado
ni una reverberación de los océanos, o de los siglos,
depurada por el ritmo de la concha,
sino el rumor propio de la sangre, silbando
a través de las celdas monasteriales del cerebro y los corredores del oído;
cuando entiendes que no puedes diferenciar el silencio
de tu propio sonido?
Pero, –preguntas, no para rebatir
sino para poner en perspectiva tu nuevo saber–
¿qué escucha el caracol cuando oye mi oído?
Esta es mi traducción de algo que, aparentemente, escribió Tomas Thøfner y que encontré en una antología de poetas daneses traducida al sueco. Creo que no tenía título. El año empieza tarde, pero como igual es circular...
noviembre 28, 2007
Postdatas de una conversación geminiana
En algún momento de mi vida tuve una colección considerable de proverbios de varias partes del mundo. Ahora, que no sé ni dónde quedó, me encuentro este y no puedo evitar intentar apropiármelo (la construcción sintáctica exótica y las múltiples esdrújulas se deben al trabajo sobre perífrasis aspectuales que he estado haciendo, intermitentemente, toda la tarde) y como ya tenía un nick y un subnick en el mazinger, me pareció mejor postearlo:
"To err is human, to forgive, canine"
Quiero decir, además, que está atribuido al productivísimo señor Anónimo.
Tengo que acabar ese trabajo antes de mañana a las 9 de la mañana, pero como también tengo cierta disposición anímica parecida a los bailarines de butoh, que necesitan llegar al agotamiento para poder dejar fluir lo auténtico, voy a compartiros otro bocadillo de verdad. Este parece ser de Alicia, la de Lewis:
"Como niño es terriblemente feo, pero como cochino es precioso"
Espero que mi trabajo quede como cochino...
"To err is human, to forgive, canine"
Quiero decir, además, que está atribuido al productivísimo señor Anónimo.
Tengo que acabar ese trabajo antes de mañana a las 9 de la mañana, pero como también tengo cierta disposición anímica parecida a los bailarines de butoh, que necesitan llegar al agotamiento para poder dejar fluir lo auténtico, voy a compartiros otro bocadillo de verdad. Este parece ser de Alicia, la de Lewis:
"Como niño es terriblemente feo, pero como cochino es precioso"
Espero que mi trabajo quede como cochino...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)